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domingo, 6 de octubre de 2013

"Amor"

El director Michael Haneke, construyó en 2012 una de sus mejores películas. De carácter íntimo, desarrolla en el sencillo y acotado entorno de un piso de París, las circunstancias que rodean la vida de un matrimonio de octogenarios profesores de piano. Un día la mujer sufre un atáque que le provoca la parálisis en la mitad de su cuerpo. Poco a poco la enfermedad va degenerando y el matrimonio pone a prueba su amor y su convivencia, mediatizados por el transcurrir de una enfermedad que resulta irreversible.

La película transcurre desde el momento en que el matrimonio intenta vivir con normalidad la enfermedad, asistiendo el marido con verdadero afecto y adoración a su mujer, hasta que aparecen las dudas y la indefensión de un hombre que casi no puede con la presión de la dolencia degenerativa que arrastra a su esposa a la dependencia total. A la pareja se une la presencia durante todo el film, del domicilio conyugal, al que el espectador termina reconociendo perfectamente, como si fuese un protagonista más. Con emoción contenida, sin derrotismos, con un sentimiento real y cercano, el director nos invita a vivir las experiencias terribles de la enfermedad, acercándonos a la debilidad y a la cercanía de la muerte con una naturalidad pasmosa, llena de amor, cariño y porque no, desesperanza e impotencia, por el destino que se acerca inexorable a la existencia de la pareja de ancianos. Jean-Louis Tringtinant y Emmanuelle Riva componen el duo actoral interpretativo de la pareja de ancianos. Su actuación resulta tan real como conmovedora, soportando sobre sus hombros la realidad del derrumbamiento de la pareja frente a la enfermedad. Isabelle Hupert interpreta a la hija en un papel que desgraciadamente se da mucho en la vida real y en la realidad de las relaciones de los hijos frente a la enfermedad de sus padres. 
Definitivamente una película honesta, cruda por su realidad, capaz de acongojar y conmover, pulcramente dirigida por un director que mediante largos planos fijos y en un estrecho escenario situado en el pequeño piso de la pareja de ancianos, logra que el espectador se apriete contra la butaca ante la descripción tierna pero desgarradora del amor profundo de los protagonistas y la visión de una muerte que se acerca inevitablemente. Sin duda, la película de 2012. Ganadora, entre otros, del Oscar a la Mejor película extranjera, de la Palma de Oro de Cannes y de varios premios César, esta película es de imprescindible visionado.