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lunes, 26 de enero de 2015

"Don Giovanni" - W. A. Mozart - OSN y Coral Cámara de Navarra

El pasado jueves se estrenó en Baluarte de Pamplona, Don Giovanni, de W. A. Mozart, producción de la Opera de Oviedo, que contó con la participación de la Orquesta Sinfónica de Navarra y la Coral de Cámara de Navarra. El espectáculo formaba parte de la presente temporada de abono y constó de dos actuaciones. Sin duda nos encontramos con una de las óperas más representativas e importantes del compositor, que junto a Cossi fan tutte y Las bodas de Fígaro, forma un triplete que fue un revulsivo, un soplo de aire nuevo y una nueva forma de escribir y representar ópera. La colaboración de Mozart con el libretista, Lorenzo Da Ponte, aportaron a las obras profundidad, una estructura argumental compleja, pero que servía de instrumento para ofrecer al público un mensaje diferente, casi revolucionario.
La obra versa sobre el amante empedernido, Don Giovanni. Tras un escarceo con Doña Ana, mata al padre de la muchacha, en un duelo a espada. La muchacha busca refugio y venganza en la figura de su novio Don Ottavio. A lo largo de la obra, junto a su fiel sirviente Leporello, el romántico rompe corazones, campa a la búsqueda de más mujeres. Doña Elvira, otra mujer engañada por Don Giovanni reconoce al mentiroso y hábil amante y le exige que cumpla sus promesas de amor. Mientras, durante la boda de los campesinos Zerlina y Massetto, el Don Juan, cómo no, se prendará de la joven casadera, poniéndola en su objetivo. Al final de la obra, y tras multitud de malentendidos y desencuentros, el padre de Doña Ana volverá de la tumba para castigar a Don Giovanni y llevárselo a los infiernos. 
Esta ópera, de trama ágil y en algunos momentos divertida, se nutre de pasajes de amor, desencuentros, juegos de parejas y terribles venganzas. La mayoría de los aficionados conoce gran parte de sus arias y duettos, que combinan la exaltación del libreto con la maravillosa música de Mozart. Una de los puntos a favor de la actuación del pasado jueves, fue el equilibrio de las voces elegidas. El bajo Denis Sedov, interpretó excelentemente, a un divertido Leporello,  y fue el más convincente en el escenario. Las demás voces realizaron unas interpretaciones muy decentes, rozando en algunos momentos el notable. Precisamente este equilibrio, hizo que el espectáculo se disfrutara con mucho más gusto. Aún así, las voces femeninas, particularmente Agnieszka Adamczak y Susana Cordón, compusieron un conjunto ligeramente más solvente que las masculinas, encabezadas por Carlos Daza, un Don Giovanni algo soso. Reseñar positivamente al tenor pamplonés José Luis Sola en el papel de Don Ottavio. Acompañó a los protagonistas, la Coral de Cámara de Navarra, en una actuación escasa, debida al libreto, que fue más oficio de extra y danzas, que de canto. Por último un comentario sobre la Orquesta Sinfónica de Navarra. Debo adelantar, que no soy precisamente un entusiasmado seguidor de la OSN, sin embargo debo puntualizar que el jueves realizó una interpretación muy sólida, equilibrada en sonoridad y convincente a lo largo de la obra, logrando aupar a las voces protagonistas a una actuación interesante. Respecto al escenario, en mi opinión, aunque práctico y variado en su movimiento, me resultó pobre en su minimalismo y oscuro en su colorido.  
En conjunto, el resultado fue especialmente agradable, reuniendo una velada mozartiana, muy entretenida, equilibrada y en mi opinión, más que digna.


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