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miércoles, 1 de abril de 2015

"Enemigos Públicos"

En 2009 Michael Mann realizó una soberbia película dedicada al que fue el Enemigo Americano nº 1, John Dillinger. Cuenta los sucesos que acontecieron desde 1933 hasta su muerte. Era el más famoso ladrón de bancos de EEUU, cuya corta vida está jalonada de robos espectaculares, detenciones, huidas y tiroteos.  Debido a la Gran Depresión y a la terrible situación de crisis en el país, Dillinger fue visto por gran parte de la población como un moderno Robin Hood, sobre todo por la mala imagen de los bancos, que habían sido los ejecutores de la pobreza y miserias del pueblo más humilde. Paralelamente, Michel Mann, desarrolla la creación del FBI por Hoover y la elección del oficial Melvin Purvis, como agente especial de Chicago encargado de dar caza al famoso delincuente.
Con una ambientación notable y la característica manera de manejar la cámara, Mann, muestra su destreza en contar historias, de describir un perfil, entiendo que algo mitificado de Dillinger, un ladrón de altos niveles, que lleva de cabeza a la policía de gran número de Estados. Johnny Depp encarna un papel casi hecho a su medida, Tiene la capacidad de crear un personaje al que Mann quiere convertir en leyenda. No solo por sus actos delictivos, sus burlas a la ley y su aire misterioso, sino también, presentando a un hombre enamorado de una chica de Chicago, interpretada por Marion Cottillard. En el otro extremo, un contundente y sólido Christian Bale, encarna al diligente, frío, pero humano agente del FBI Purvis, que vivirá y se dedicará exclusivamente a organizar una nueva fuerza de la ley para capturar a Dillinger y su banda. 
Acompañan a estos actores una pléyade de secundarios que cumplen a la perfección su papel. Como cómplices de diferentes bandas del delincuente, aparecen Stephen Dorff, James Russo, David Wenham o Jason Clark. De parte de la ley aparecen, Billy Crudup, Stephen Lang o Lilly Taylor. Como siempre el manejo de la cámara de Mann, junto al dominio en la filmación de los tiroteos que podemos disfrutar en la película, especialmente el que se desarrolla por la noche en el bosque,  son factores que abundan en la calidad del film. Además, su banda sonara es potente, por su composición que nos acerca a la leyenda y a los años de la Depresión, como las melancólicas canciones interpretadas por Diana Krall.
En definitiva la historia de un delincuente querido y admirado por algunos en aquellos años, que conforme avanzan los tiempos, las maneras de delinquir y la especialización de la policía, ira descubriendo que su espacio se empequeñece y que poco a poco el círculo que le rodea le irá ahogando, perdiendo amigos, cómplices y apoyo en una sociedad que parece que puede y quiere prescindir de sus hazañas y robos. Gran ambientación, técnicamente sublime y con un pulso temático estimable, nos encontramos con un producto digno del director.